"Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;" Hebreos 12: 14-15
El perdón abre los cielos para bendiciones y la puerta de un futuro más brillante. Empieza con perdonarnos a nosotros mismos y perdonar a otros.
Para aquellos de ustedes que leyeron mi primer blog "Confianza en el Señor" he compartido mi experiencia de vida con ustedes y he mencionado que fue un proceso lento a quien soy hoy.
Quiero compartir que antes de venir a la iglesia que asisto hoy, fui a una iglesia diferente durante 10 años. En esos 10 años, asistía básicamente los Domingos y no me había bautizado. Amaba a Dios como lo amo ahora, estaba agradecida a Dios como estoy ahora y queriendo en mi corazón ser bautizada pero daba tres pasos adelante y cinco hacia atrás. Podría no superar de lo que el enemigo arrojó en mi camino. Hasta un día, en una conversación con una amiga cercana. Dijo que "Debe haber algo que Dios tienen que trabajar en Ti". Como qué? Pregunté. Y ella dijo; "Ora por eso".
Empecé a pedirle a Dios que me mostrara lo que necesitaba ver. Seguí yendo a la Iglesia y un día que llegué a través de una vieja amiga, quien se había trasladado desde donde yo vivía en Nueva Jersey. Ella me preguntó si me fui a la Iglesia, y le dije que sí, pero insistió en que visitara su iglesia, la Iglesia de Dios centro de vida, para un servicio de oración.
He estado de acuerdo y nunca olvidaré cómo la presencia de Dios era tan poderosa, que me sentí como si Dios dijo que finalmente estás donde quiero estar. Alabado sea Dios! Yo sabía que estaba aquí para quedarme. Dios me quería aquí para que él pudiera Ministrar mi necesidad!
¿Cuál fue esa necesidad? Yo no sabía aún, pero continué viniendo a los servicios de oración y cada vez el espíritu me dirigía al frente del altar y yo sentía un dolor que pensé que ya no estaba allí. Se trata de un proceso, pero usó a sus servidores. Que Dios bendiga a todos y cada uno de aquellos a quienes solían orar por mí, fui ministrada como nunca antes. Lloré lágrimas que pensé que había terminado de llorar.
Ese mismo año, a raíz de la abuela de mis hijos, me presenté ante el padre de mis hijos (después de tantos años) y en lugar de condolencias le pedí perdón. No necesito una disculpa de él porque mis disculpas a él levantaron una carga que no sabía que estaba llevando a cabo por años.
Dios contestó mis oraciones y me permitió ver que estaba cargando falta de perdón (amargura) no sólo hacia el padre de mis hijos, sino también hacia mí. Me sentía culpable de separar a mis hijos de su padre y su abuela y lo cargaba muy adentro. El me permitió ir a la Iglesia de Dios centro de vida, porque sabía que yo estaba tan emocionalmente quebrantada y necesitaba sanar antes de que pudiera continuar caminar con EL. El permitió ver que había falta de perdón (rencor) que necesitaba ser liberada. Yo era una prisionera del Rencor, resentimiento, amargura, pero fui libre por la gracia y el poder de Dios.
Me enteré de que podemos amar a Dios, caminar con Dios y aún estar llevando el resentimiento y rencor a veces enterrado tan profundo que sólo pidiéndolo a Dios, El lo revelará. Tenemos que pedirle a Él, que nos permita ver lo que necesitamos ver para poder caminar más cerca de Él.
La falta de perdón nos hace un prisionero emocional y espiritualmente. Dios quiere que nos perdonemos a nosotros mismos y quienes nos han ofendido en modo alguno para que podamos recibir las bendiciones del amor, paz, alegría y ser bendecidos con la fuerza para mantener en pie independientemente de las pruebas que tengamos que enfrentar.
Curación emocional ha sido uno de las mayores bendiciones de Dios en mi vida! Se siguió con el bautismo y experimentando una libertad que está más allá de las palabras…Gracias Jesús!
Oración
Señor, le agradezco el poder del amor que se manifiesta en mi vida a través de todo lo que ha hecho para mí. Oro por que usted nos ayude diariamente a perdonar a aquellos que traspasan contra nosotros, como usted nos perdona nuestros traspasos. Si hay alguien que está emocionalmente quebrantado, que tu mano milagrosa manifieste el poder de curación en este presente necesidad. Gracias Padre. Te quiero. ¡Amén!
Que Dios te bendiga en todo lo posible!
Las quiero, Tú Hermana y Amiga
Zayda Casiano
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